3/5/08

Solitario café

La taza de café se me ha enfriado. Es este el café más solitatio y silencioso que jamás he conocido. Me recuerda uno que se abrió hace algunos meses en mi barrio y al que no alcancé a ir antes de que a los poos meses de inaugurado se cerrara. Cada vez que paso al frente del que ahora es un local vacío, con las ventanas tapiadas y el nombre del café olvidado en la marquesina, pienso en este, nuestro Café Labrapalabra, casi clausurado apenas después de inaugurado.



Las empresas humanas, grandes y pequeñas, son siempre impredecibles. No se sabe cuál de tantas nuevas que se inician cada día dará resultado y cuáles irán fallando con mayor o menor estruendo.



Café Labrapalabra surgió de la revista Labrapalabra, una de esas empresas tentativas que, por el momento parece determinada a no fallar. Lleva ya siete números publicados en la red y está en preparación el octavo. Como poco a poco vamos recibiendo colaboraciones de lectores a quienes no conocíamos hasta leer sus trabajos creemos que el futuro de la revista está segurado. Desde un comienzo quisimos abrir la revista a todos y la respuesta, aunque lenta en venir, se está produciendo. Ojalá sea lo mismo con este café en el que hemos querido tener algo así como una tertulia virtual.



Están todos invitados.

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