15/4/15

Habla Don Baruj de la lira y la ira

Le ha caído en las manos a Don Baruj un nuevo libro de poesía recién publicado esta semana. Se lo ha dado el propio autor, esperando ingenuamente que se lo alabe (es su flamante libro, después de todo).



--Hermosa edición--le ha dicho Don Baruj después de mirarlo por encima y ponerlo en la mesa junto a la tetera, que parece interesarle más con su té ya listo para servirlo.

--Han hecho un buen trabajo--dijo el autor, haciéndose el humilde como si sus textos no importaran tanto como el buen diseño de las páginas y la portada.

--Todo buen libro--comentó en seguida Don Baruj--es una obra de arte contenida en otra obra de arte. Materia y espíritu, dirían los dualistas que insisten en distinguir forma y sentido, como si un poema pudiera existir sin la palabra--dicha o escrita--, que es materia y dignificado inseparables.

La lira de la ira es el título del libro y lo publica Bilingual Press/Editorial Bilingüe--por eso el subtítulo and Some Irate Lyrics--reconocida por su labor promotora de las letras hispanas en los Estados Unidos.

--Lo miraré con más calma--dijo Don Baruj por halagar al poeta--aunque el título y la portada--añadió para que éste no se hiciera ideas equivocadas--me hacen pensar que no es calma lo que estas páginas prometen. ¿O me equivoco?

Iba el poeta a explicar su obra y Don Baruj lo interrumpió.

--No hay necesidad de que me diga nada--le dijo a la vez que por calmarlo le servía una taza de té. --El poeta no tiene por qué explicar su poesía; ésta lo dice todo o no es más que un balbuceo inane: una torpeza.

Toma el libro y lo abre en una página cualquiera. Lee para sí mismo. Calla.

El poeta se bebe su té a sorbos cortos y seguidos que le queman los labios y la lengua como el cauterio de los dioses del silencio.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobre don Baruj!

Depués de haber tirado el libro y al ver que don Baruj estaba adormecido como moscas en el verano, nos deleitamos con una estupenda dosis de Calzones Rotos y hasta nos chupamos los dedos!

(¡Ojo para los que no son chilenos!): nada tiene que ver con ropa interior)

El barón