--La poesía no es más que un malabarismo de palabras: palabrería. Lo mismo la filosofía--dijo alguien el otro día en la tertulia.
Ya se pueden imaginar cuál fue la reacción de los filósofos y poetas que la forman.
Esta vez Don Baruj no abrió la boca sino apenas para sonreír y sorber de a poco su habitual té vespertino.
1 comentario:
No sé, pero a veces pienso que el tipo de té consumido tiene su influencia directa sobre el tema, así como lo tiene el café… ¿quién sabe?
Las grandes tertulias literarias de antaño siempre se llevaban a cabo en algún cafetín de cualquier pueblo o ciudad en donde había cierta conglomeración de gente con tema para discutir, cosa que lamentablemente hoy no sucede.
Afortunadamente, hoy seguimos teniendo tanto café como té, no obstante la tertulia se ha desvanecido entre las ondas de los teléfonos dizque “inteligentes”.
¡Qué tristeza!
El barón
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