Vanitas, vanidad. Vanitas vanitatis, vanidad de vanidades. Et omnia vanitas, y todo es vanidad, opina el cohelet, es decir el eclesiastés, el predicador que convoca a la iglesia, la asamblea de perplejos.
Lo que agrega después ya no conmueve ni convence a todos; a los más, sin embargo, los consuela del horror vacui, ese humano pavor a la correctamente declarada vanidad de todo.
1 comentario:
El susodicho “horror vacui”, es muy prevalente hoy en día. Todo lo que tenemos que hacer para verificar su existencia, es simplemente mirar a diestra y siniestra y a toda plenitud se manifestará con aullidos estridentes y ofensivos para el oído del que lo escucha.
Mas bien prefiero “gratia cantates plenitudo” o bien “gratiae plena”, un mensaje positivo y mucho mas optimista, pero lamentablemente menos frecuente.
El barón
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