Nudo ciego
Las cosas se van dando, unas tras otras, concatenadas; enredadas, más bien, como la cuerda que se anuda por sí sola, como el sedal que se vuelve un nido de araña, como el nudo de víboras impacientes en el foso del suplicio.
Nudo Gordiano --ciego-- que ni la espada del titán desanuda.
Las cosas se van dando --madeja inextricable-- en el enredo.
La vida: nuestro nudo ciego.
1 comentario:
¿Y quién nos podrá desenredar?
Publicar un comentario