23/4/09

Un día especialísimo, el 23 de abril.


La costumbre de dedicar días, semanas, meses y años a celebrar esto o lo otro por decreto de este y aquel organismo ha convertido nuestro calendario en una especie de cajón de sastre en el que hay de todo confusamente revuelto y se recuerda tanto lo valioso como lo más irrelevante. En tal enredo de celebraciones pasan desapercibidas fechas notables y se celebran ruidosamente otras de no tanto peso. A cada cual le corresponde celebrar aquéllas que le tocan personalmente y dejar pasar las demás.

Hoy, 23 de abril, es uno de esos días que han sido dedicados a celebrar algo especial. Así se lo ha oído decir a Cuarto Propio, que, a su vez lo oyó de la Cámara Chilena del Libro. Parece lo más adecuado comentar esta información en nuestro café.

Probablemente muchos aficionados a la lectura y a ese objeto deleitable que es el libro ya estarán al tanto de que hace algunos años la UNESCO proclamó el 23 de abril de cada año como día del libro, es decir como una fecha para fomentar lo que se habría de fomentar a diario: la lectura y la producción de libros que la permite. Se pone énfasis también en este día en los derechos de autor, que sin autores pocos serían los libros que publicar, leer y coleccionar.

Dicen que este celebrar al libro se dio originalmente en Cataluña, tierra que en este día celebra su santo, San Jordi, y que lo hace regalándose unos a otros un libro y una rosa. Linda tradición que hermana al santo mata-dragones con la belleza natural de la rosa simbólica y la no menor belleza y perfección de los mil pétalos del libro impreso.

Y como los escritores, la verdadera fuerza generadora del libro, debieran figurar especialmente en la celebración, la historia marca este día 23 de abril como el aniversario de la muerte de tres de los grandes. Mueren en este día 23 de abril del año 1616, en increíble y sugerente coincidencia, Miguel de Cervantes y el Inca Gracilaso, en España, y William Shakespeare en Inglaterra.

En honor a ellos guardemos en Café Labrapalabra un ceremonial y sentido minuto de silencio.

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