6/6/09

El misterio de escribir

¿Cuál es el propósito del escritor? ¿Es que existen varios tipos de escritores? ¿Qué es escribir? ¿Para quién se escribe? ¿Por qué escribimos?

Estamos viviendo tiempos en que la tecnología permite a los interesados saborear cierto tipo de reconocimiento. Videos en la red, del loro bailarín, la joven suicida tras la incesante burla de sus compañeros, o el escritor por hoy, quizás más vendido, quién repitiendo fórmulas busca entretener sin motivar al lector a interiorizar y buscar nuevos caminos. Es el tipo de escritor que procura distracción banal, y momentánea.
Pero también, están otros escritores que a través de los siglos han sobrevivido los embates del tiempo, algunos que recibieron reconocimiento en vida, y otros que lo recibieron después de muertos. Escritores que a través de las letras incitaron al lector a que cuestionara su existencia y lo que le rodeaba. También, están los escritores del grupo de los olvidados, que en su momento como todos los demás construyeron caminos, y siguen aún después de su muerte, tocando fibras sensibles. Hoy día, también hay escritores que van por senderos nuevos planteando ideas no escuchadas con anterioridad. Escritores que incitan a las masas a interiorizar sus realidades y buscar el cambio. Un cambio donde estén presentes la libertad, solidaridad y justicia.


Para escribir hay que leer, hay que saborear los libros sin lineamientos, hay que profundizar e interiorizar lo que el escritor trata de decirnos. Hay que buscar el mensaje detrás del relato.
Escribir es denunciar lo incomprensible, lo inaceptable. Escribir es esconder detrás de la cortina el mensaje que se quiere llevar al lector. Escribir es también a través de la obra entretener sin dejar a un lado lo antes mencionado. Escribir es calmar la sed de justicia y es incitar al mejoramiento de la sociedad.


Para el escritor, escribir es tan indispensable cómo respirar. Escribir es la sangre que corre por sus venas. El escritor vive para escribir ya que sin la facultad de hacerlo no tendría vida.

María Gabriela Madrid.

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