8/6/09

Cuentos de cuentos

Hoy, en la presentación del libro de relatos breves, Habitantes de mi tiempo, de nuestra contertulia Rebeca Gómez Galindo, alguien dijo lo siguiente como introducción a la lectura que la autora hizo de su cuento "Brote de flores":

Contar es tan antiguo y emotivamente necesario como inventar, que otros dicen mentir. Es el dulce artificio del engaño, o más exactamente, del ensueño.
Adán lo supo el primero y pagó duramente --pagamos todavía-- su ilusión. Como Adán todo narrador inaugura mundos contra la dura presencia de la realidad y bajo el ceño torvo, envidioso, del demiurgo. No son los dioses aficionados, ni aceptantes, de las historias y cuentos de los humanos, pobres criaturas que, angélicamente dotadas de palabra, se salvan del horror de lo evidente a pura fuerza de voz: a gritos y susurros.
Susurra y guarda en la garganta el grito la voz que narra el cuento “Brote de flores”. Todas las voces, una misma, de los varios habitantes del tiempo de la autora, hacen lo mismo: susurrar sosteniendo el grito. El uno—el susurro--sugiere al otro y lo redime. En su decir encantador de cuenta cuentos—ensoñador mentiroso--el narrador hace de ese clamor de adentro una belleza sorprendida y conmovedora. Y todo por arte de voz y cuento. Arte el de narrar que a la vez nos dice que es todo fantasía y todo realidad.
Callan los dioses, resentidos de la piadosa mentira, impotentes ante el poder de la palabra. Impone el narrador sobre la ira la nostalgia de la estirpe humana. Estirpe desterrada.
El que escucha y lee así lo entiende aunque no siempre lo sepa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una introducción muy interesante para una cuentacuentos…el susurro que sostiene el grito, la mentira de ensueño que se convierte en narración para beneplácito de los lectores. Las palabras bien elegidas, hacen poesía.
Saludos,
Bertha