![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5AdnsXJxI9JFi0w330PgTU46HxKqK1JzVHnvtGhihdO6CSlA229X2M1bP28ZL8vkZcYnIQ04SFBWWvBVnY8NewoW4wOuJ6QmhelUF2DtBKyZvqdZwIouHO2beKfJDxIy4MOwWmZGk3DuI/s320/IMG_0738.jpg)
En esos pocos minutos en que cabeceo frente al libro--que a veces se la cae de las manos--me invade una deleitosa calma sin palabras, sin imágenes: un estar completamente a solas en mí mismo.
Al poco despierto, siempre confundido.
Tomo entonces la pluma y urgido de un deseo iluso trato, inútilmente, de escribir.
1 comentario:
Yo también confieso, que comparto con el mismísimo don Baruj, esa narcolepsia fugaz que me invade momentáneamente haciéndome sentir como espíritu puro, libre de complicaciones y estorbos físicos. Quizás el tibio aliento del sol vespertino me amodorra en deliciosa letargia brindándome sosiego perfecto.
André
Publicar un comentario