1/5/13

El cumpleaños de Don Baruj



Sus íntimos amigos le celebraron anoche su cumpleaños a Don Baruj. Ninguno de ellos  sabe cuantos años ha cumplido.
--No pocos--les dijo Don Baruj--pero tampoco tantos. El tiempo, en su álgebra, ha ido haciendo sus cálculos de ecuaciones que no entiendo e incógnita impredecible. Digamos que, como ven, voy para viejo.
--Viejos son los cerros--reclama alguna por desdecir el término implacable que a muy pocos gusta.
--Sí, como los cerros--reafirma su edad el homenajeado.
Y otro, siempre el optimista y el gracioso, cita el dicho aquél de que los cerros, por viejos que sean, reverdecen.
--No es ése un color que quisiera se me aplicara a mí--bromea Don Baruj, encendido el mirar con el ardor de una larga vida de gratas compañías.
La edad, la persistencia de la edad es lo que el cumpleaños celebra.
Atemporal, la vida se encarna celebratoria en la cálida ceremonia de la amistad--altas las copas en el brindis, altas las voces en el canto--que en su alegre algarabía exorcisa al tiempo y por un instante lo detiene, lo eterniza en las delicias del banquete compartido.

Comer es el acto afirmativo por excelencia y no hay más santo sacerdocio--mejor dedicación y entrega--que el cocinar y servir la mesa.
--Manjar de manjares es el plato en compañía--dice Don Baruj y come con golosa pasión agradecida. Saborea el don de lo ofrecido a manos llenas.
A los postres hace su entrada esplendorosa el pastel (otros dicen torta) de cumpleaños, con su corona ostentosa de llamitas numeradas: tantas décadas como parezcan adecuadas.
--No hay cómo agradecer tanto cariño--susurra Don Baruj, disimulando la emoción contenida, y sopla, momentáneamente conmovido, el batallón de cirios diminutos que vacilan y se apagan. 
“Raro ritual--piensa para sí mismo--éste de apagar, con el soplo evocativo del demiurgo creador, viento del espíritu, la llama sugerente de lo vivo, la que, como todo ser humano, en su vital ardor se consume y autoinmola”.

2 comentarios:

Amélie dijo...

Gracias por compartir un cachito de cumpleaños.

Anónimo dijo...

Como partícipe de la fabulosa y divertidísima fiesta de cumple que se le hizo a nuestro querido y estimado don Baruj, tuve el placer de alzar mi copa y brindar por su continuada salud y el privilegio de su amistad.

André