“El fenómeno de los blogs comienza en los inicios del 2000. En ese año
había 136.000 blogs, en 2004 más de 10 millones y ahora esa cifra supera los 20
millones por todo el mundo”, escribía hace ya algunos años Javier Campos | © El Mostrador. No sé cuál sea la cifra en estos momentos, pero sin duda es mucho mayor
que la de esas fechas y menor que la de mañana.
“Se dice que 30.000 nuevos
blogs entran cada día al Internet”, comentaba el mismo autor. Como la población
humana, los blogs—sin contar otras formas de comunicación electrónica—se reproducen
desmesuradamente. Cierto es que, como los humanos que los crean, también son numerosos los blogs que dejan de existir.
Y cada blog, como cada persona, es único y se sabe--humilde o vanidosamente--irreemplazable, aunque en la multitud se confunda al extremo del anonimato. Porque no es la multitud la que importa, sino el puñado menor de los cercanos, los que caben en el arco triunfal de un abrazo.
1 comentario:
Muchos son los participantes ocasionales, pero pocos los de inquebrantable empeño.
El barón.
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