20/12/16

Perogrulladas de don Baruj

“Una perogrullada”, anota don Baruj después de escribir varios párrafos en su libreta. No los tacha ni los desecha por incorrectos y absurdos porque—piensa—otro día al releerlos a lo mejor tengan más sentido y hasta importen.  

Eso de que algo importe—un escrito, un acto, una abstinencia—es relativo, demasiado relativo como para poder determinar que valga o no la pena escribir esto o lo otro, actuar de una u otra manera, abstenerse en el silencio o la inactividad.   

Se ha pasado la vida don Baruj pensando en cómo importan o dejan de importar las infinitas cuestiones con que los humanos nos vamos inventando biografías personales y ajenas, historias más o menos verdaderas, ideologías ideales, dogmas y supersticiones, amores y desdenes.

Y no ha llegado todavía a convencerse--confiesa--de que pueda haber algo que de veras no importe para nada. 

Ni siquiera sus torpes perogrulladas.


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