22/1/17

Como las pulgas




"Lo subrayo una vez más: idilio y para todos, porque todas las personas desde siempre anhelan lo idílico, anhelan aquel jardín en el que cantan los ruiseñores, el territorio de la armonía en el que el mundo no se yergue como algo extraño contra el hombre ni el hombre contra los demás, en el que por el contrario el mundo y todas las personas están hechos de una misma materia y el fuego que flamea en el cielo es el mismo que arde en las almas humanas. Todos son allí notas de una maravillosa fuga de Bach y los que no quieren serlo no son más que puntos negros, inútiles y carentes de sentido, a los que basta con coger y aplastar entre las uñas como a una pulga".

(Milan Kundera. El libro de la risa y el olvido).



1 comentario:

Anónimo dijo...

De vez en cuando, durante mi inspección periódica del castillo, encuentro uno que otro murciélago colgado de algún candelabro sin oficio. En ese caso, me le acerco sigilosamente, le arrebato una de sus muchas pulgas y la espicho entre mis uñas pálidas y azuladas, mientras mi cara se contorsiona en deleite máximo, exponiendo los colmillos en cínica sonrisa.

Obviamente, el aullido de regocijo se oye por toda la comarca.

El murciélago sigue inmutable…

El barón