"Hubo un momento en que se pudo creer--equivocadamente, claro está--en el progreso como un bien para todos", se lee en algún muro descascarado de una letrina inmunda.
Y un poco más abajo, casi a la altura del detritus, con letra indignada de graffiti alguien garrapateó lo siguiente:
"Nada más opuesto a ese espejismo utópico que la realidad actual--como en los peores tiempos--en la que el progreso avanza para el bien de unos pocos a costa del retroceso y estancamiento de los más, los impotentes".
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