10/2/18

Don Baruj y el tiempo

Dijo don Baruj alguna vez, como al pasar, que el tiempo somos nosotros mismos, nuestro diario transcurrir incesante y perecedero.

No somos propiamente seres en el tiempo--explicó--sino generadores del mismo.

De ese tiempo que se va dando en el perpetuo presente de cada instante, de cada golpe de sangre con que el corazón, contador de los segundos, metrónomo de la experiencia, cronómetro de la vida, marca el paso de las horas vivas.

--Se vive--agrega--paso a paso, a ritmo de reloj. Por eso la imagen manida y falsa del homo viator, peregrino con su objetivo trascendente que sigue casi a ciegas, contando las horas del avance, la vereda establecida.


Para ser más exactos--concluyó--los pasos se van dando a tientas en el deambular y no llevan a ninguna parte: trazan la madeja enredada de un laberinto impredecible: el tiempo de una vida.

No hay comentarios: