Libélula

Cuando me cayó en las manos el humorístico libro Los escritores inútiles, de un tal Ermanno Cavazzoni--bien intencionado regalo, espero, aunque se le huele algo de sorna burlona—me llamó la atención que las contratapas del mismo fueran de un papel con diseños de libélulas.

Algo tendrán que ver estos insectos—supuse--con lo inútil de los escritores, tema del libro.

No tardé mucho en recordar los versos de Rubén Darío (probablemente uno de los inútiles de que habla el también inútil escritor italiano) en que con sus sutiles alas de insecto soñador alza el vuelo con estas palabras:

                        “. . . la libélula vaga de una vaga ilusión…” 

Aunque el poema del que entresaco este verso trata de una princesa, valga la traslación metafórica de identificar a ésta con el poeta quien, como ella busca en los cielos de Oriente--es decir en lo más recóndito de lo exótico en esos años de japoneserías--lo impreciso de la inspiración. 

En eso estará lo inútil del escritor.

De paso habría que anotar que en Darío abundan los insectos. Lo que sería tema de otras entradas en esta página insectario.