17/5/16

Un encuentro de don Baruj

Inverosímilmente, se ha encontrado don Baruj con un compañero de colegio. No se veían desde entonces y en el abrazo se reconocieron como los muchachos que fueron hace tanto tiempo en un lugar y un ayer que ya no existen sino en la memoria personal, intransferible, de cada uno de ellos.

Surrealismo de la realidad y sus sorpresas conmovedoras--pensó don Baruj, regocijado de la experiencia.

2 comentarios:

Ramiro Rodríguez dijo...

Encontrarse con personas del pasado y darle paso a la emoción es un recordatorio de que seguimos siendo aquéllos que fuimos.

Ramiro.

Anónimo dijo...

Aun conservo mi amistad con dos o tres amiguitos de la infancia con los que me veo cada década. Una vez, hasta llegué a crear un “examen” de preguntas surtidas aludiendo a hechos y acontecimientos de los cuales fuimos partícipes y lo envié a todos como homenaje a nuestra amistad y fue gratamente sorprendente lo mucho que recordamos colectivamente durante ese despolve de neuronas.

Claro, no olvidemos que en aquella época el mundo era un lugar distinto: los elefantes volaban de flor en flor y la eternidad del cangrejo era algo efímero.

El barón